NIVELES


Según Schuele y Boudreau (2008) la conciencia fonológica está compuesta de diferentes niveles, los cuales varían desde los más simples hasta los más profundos o complejos. En el nivel más básico se encuentran habilidades como segmentar silabas, identificar y generar rimas, unir palabras que tienen el mismo sonido inicial, entre otras. En las habilidades más profundas se encuentran aquellas relacionadas con la conciencia fonémica como manipular sonidos individuales o eliminar fonemas de las palabras para crear una nueva.

Según Schmitz (2011) la conciencia fonológica se puede evaluar mediante tareas como: a) rima, b) aliteración o semejanza, c) igualar sonidos similares de las palabras y d) segmentar, separar y mezclar unidades de sonido.   

Por otro lado, según Schmitz (2011) una de las habilidades más complejas de la conciencia fonológica es la conciencia fonémica, la cual está relacionada con la comprensión y el reconocimiento de los sonidos individuales o fonemas. Las tareas que están relacionadas con esta habilidad son: a) mezcla, b) segmentación, c) eliminación y d) sustitución de fonemas.

 

Nivel de Sílaba

Nivel de fonemas

Incrementar la C.F a nivel de palabra

Incremento de la C.F a nivel de silaba

Habilidades pre académicas

Habilidades lingüísticas iniciales

Las evaluaciones académicas en el ciclo escolar.

En el análisis fonológico los fonemas son las unidades estructurales minimas en el sistema de sonidos del lenguaje y pueden definirse como conceptos abstractos, ya que en el habla no se percibe la división fonológica de las palabras. (gillon, 2004).  (Vargas y Villamil, 2007, pp. 166).

Las unidades auditivas, es decir los fonemas, se encuentran co-articuladas en unidades silábicas, otro componente determinante de la conciencia fonológica, debido a que el reconocimiento silábico, el cual consta en la subdivisión que se hace de las palabras (en silabas) permite predecir el desarrollo lector. (Vargas y Villamil, 2007)

La rima centra la atención del niño en la estructura y sonido de palabras, reforzando el conocimiento de que el lenguaje no es solamente el significado de un mensaje, sino que también posee una forma física (Jager, Foorman, Lundberg Y Beeper, 1998). (Vargas y Villamil, 2007, pp. 167).

Según Arnáiz, Castejón, Ruiz y Guiraola (2010) existen varios niveles de conciencia fonológica siendo éstos los siguientes: rima y aliteración, conciencia silábica, conciencia intrasilábica y conciencia fonémica: La conciencia de rima y aliteración consiste en descubrir que dos palabras comparten un mismo grupo de sonidos, siendo numerosas las investigaciones que establecen una importante relación entre las habilidades ligadas a la rima y su progreso posterior en la lecto-escritura (Bryant y otros, 1990; Goswami y Bryant, 1990).

Otro de los niveles de conciencia fonológica es la conciencia silábica que puede ser definida como el conocimiento explícito de que las palabras están formadas por una secuencia de unidades fonológicas cuya característica es que éstas pueden ser articuladas por sí mismas (Jiménez, 1992; Carrillo y Sánchez, 1991; Carreiras y otros, 1993; Carrillo y Marín, 1996; Jiménez, Gúzman y Artiles 1997). Un tercer nivel de conciencia fonológica lo constituye la conciencia intrasilábica. La sílaba no se constituye como una estructura lineal, sino que está compuesta por subunidades que pueden ser más pequeñas que ella pero mayores que un fonema; a esta unidad de análisis se le denomina intrasilábica. De esta manera, el conocimiento intrasilábico se refiere a la habilidad para segmentar las sílabas en sus componentes intrasilábicos de onset o principio y rima o final (Treiman y Baron, 1983; Treiman 1985; Jiménez y Ortiz, 1993; Carrillo, 1994 y Jiménez, 1996). El onset es la parte integrante de la sílaba constituida por la consonante o bloque de consonantes iniciales, y la rima es la parte de la sílaba formada por la vocal y consonantes siguientes. A su vez, la rima está constituida por un núcleo vocálico y la coda. Y, por último, tenemos la conciencia fonémica la cual puede considerarse como una habilidad que presta atención a los sonidos de las palabras como unidades abstractas y manipulables. Por consiguiente, el sujeto que se enfrenta al aprendizaje formal de la lectura debe tener información y conocimiento de las estructuras relevantes de la palabra, siendo una de éstas el fonema. Como consecuencia de ello, el niño tiene que ser capaz de segmentar y reconocer el fonema visual (grafema correspondiente) y auditivamente (Byrne y Fielding-Barnsley, 1991; Jiménez, 1992; Bowey y otros, 1992; Torgesen, Morgan y David, 1992; Jiménez, 1996; Rueda y Sánchez, 1996; y González, 1996).

            Según Melvi-Lervag, Solveig-Alma y Hulme (2012) la conciencia fonológica tiene unos niveles específicos de desarrollo donde las primeras habilidades que se desarrollan son palabras y silabas, siguiendo por sonidos iníciales y rimas, y finalizando con fonemas. Los sonidos iníciales (onset) son la división de la silaba en la cadena de consonante o consonantes que preceden la vocal, mientras que la rima hace referencia a la vocal y la consonante que la sigue.

Melvi-Lervag, Solveig-Alma y Hulme (2012) plantean el término de conciencia de la rima, que son las tareas que involucran juicios sobre la similitud entre palabras habladas que comparten unidades de rima.

Melvi-Lervag, Solveig-Alma y Hulme (2012) dicen que existen dos tipos de procesamiento fonológico, a) implícito y b) explicito. El implícito está relacionado con todas las tareas que recurren a un procesamiento automático, poniendo como ejemplo la memoria verbal de corto término y la tarea de nombrar rápido, donde no se necesita pensar profundamente en la tarea. Mientras que el procesamiento explicito es el conocido como conciencia fonológica, el cual implica que los niños reflexionen profundamente antes de emitir una respuesta frente a la tarea.

Memoria verbal

Discriminación auditiva

Lectura

Vulnerabilidad social

Conciencia fonológica

Fonológico

Modelo cognitivo

Modelo terapeuta

Modelo evolutivo

Meta fonológico

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